DIAMANTES

 EL MUNDO MÁS ALLÁ DE LA VENTANA

En primer lugar, hay que aceptar que la crianza no es tan fácil, depende mucho de la situación familiar, la personalidad de cada padre o madre y la de sus respectivos hijos, por lo que no hay una fórmula únicamente efectiva para que desarrollen esta capacidad. Eso sí, recientemente se ha venido desarrollando ampliamente el campo educativo de instruirles en destrezas personales y no tanto en aprendizajes teóricos, por lo que sí que hay una serie de claves sobre las que te puedes guiar de cara a conseguir que tu hijo gane autonomía. La crianza que apoya la autonomía es un enfoque flexible y basado en una ciencia que nos anima a dejar de hacer cosas por nuestros hijos para que desarrollen confianza en sí mismos, y ayuda a los padres a centrarse en nutrir el auténtico yo de sus hijos en lugar de lo que quisiéramos que fueran. Se puede empezar por  encargarles pequeñas tareas como encontrar determinados utensilios que nos puedan hacer falta para cocinar, o limpiar las mesas con un trapo... Y que no todo sean órdenes. Ya entrados en la adolescencia, hay que observar como poco a poco van tomando sus propias decisiones , ya que es algo inevitable que vayan ganando independencia. Estos años son como un campo de entrenamiento para una hipotética vida futura sin padres.  "El conflicto en todas sus distintas formas, edades y etapas del desarrollo es una parte más en el contexto de relaciones seguras y de confianza entre padres e hijos".

(A. C y V.)

Los que tienen o han tenido hijos saben lo difícil que puede resultar la crianza, ya que depende de muchos factores, del ambiente en casa, del carácter de los padres y de su consiguiente carga genética. Hay padres más autoritarios y otros que dan total libertad a sus hijos y como siempre decimos, en el medio está la virtud. No se debe ser tan rígido ni tan consentidor. Lo que sí es cierto es que no se trata de darles libertad sino de inculcarles autonomía, que aprendan a ser independientes y que así pueden ser capaces de valerse por sí mismos. No hay que darles tampoco todo hecho sino enseñarles y empujarles a que ellos lo intenten solos.

Ya sé que una cosa es la toería y otra la práctica. Pero se puede intentar, mostrando el poder de la creatividad, la intuición y la imaginación . La mente creativa es el reflejo de una personalidad capaz de desafiar lo establecido, de ver la realidad desde infinitos puntos de vista. Un modo de lograr esa competencia es desarrollándola desde la infancia. Einstein decía:  “Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles cuentos de hadas. Si quieres que sean mucho más inteligentes, léeles más cuentos de hadas”.

Que vuele su imaginación y que nunca se limite a ver el mundo desde una ventana cerrada.

Besos.